Ross se despertó temprano. Contrario a las firmes creencias e ideas preestablecidas que le indicaban levantarse como mínimo a las 10 de la mañana y abrió los ojos dos horas antes. Se bañó tratando de cumplir el ritual de manera rigurosa: remojarse, enjabonarse el cuerpo y regresar a la cortina de agua para limpiarse la espuma.
Dando golpes indulgentes al ventilador lastimero, su único mueble y compañero, Ross tomó su mochila y salió al calor de 34 grados centígrados. Ni siquiera era mediodía. Encendió un cigarro.
Estás pendejo o qué te pasa?...Levantarse antes de las 10 hace llorar al niño dios...comprobado por expertos...
ResponderEliminar¡Vaya! Es como el inicio de Vanilla Sky... con algunas diferencias. Por ejemplo: en vez de New York es Yucatán, en vez de Tom Cruise es Alejandro Rossette y en vez de Cameron Diaz es un ventilador lastimero.
ResponderEliminarMuy linda narración, siempre me han gustado los renglones cortos y secos.
Octavio Cisneros